El río Vero ha sido testigo durante más de 20mil años del genio creador de nuestros antepasados. El cañón y sus barrancos afluentes acogen sesenta enclaves con pinturas rupestres de los tres estilos clásicos de la prehistoria europea (Arte Paleolítico, Levantino y Esquemático).

Fue declarado Patrimonio Mundial por UNESCO en 1998 dentro del “Arco Mediterráneo de la Península Ibérica”. Forma parte del Itinerario Europeo “CARP: Caminos de Arte Rupestre Prehistórico”.

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